El Lunes de Aguas, el hornazo y Las Cabañas: sentir y sonreír

Lunes de Aguas en Las Cabañas

El Lunes de Aguas, el hornazo y Las Cabañas: sentir y sonreír

«El Lunes de Aguas» es una de nuestras fiestas salmantinas favoritas. Si no la que más nos gusta, casi. No en vano, uno de sus elementos protagonistas es la comida, representada por el hornazo.

Recuerdos del Lunes de Aguas

Esa comida de pastores llena de energía para poder aguantar largas jornadas y campañas de siega o de recogida nos trae tantos recuerdos a tardes de campo con amigos, con familia, con diversión…

El hornazo y su popularidad

Sí, porque el hornazo le debe su popularidad al «Lunes de aguas», que se viene celebrando desde 1543, cuando reinaba Felipe II. No sabemos quién inventó la fiesta exactamente, pero seguro que era alguien que quería dejar atrás el recogimiento y la abstinencia de la Cuaresma y de lo que no era Cuaresma, jajajaja. Y es que fue la persona que conectó con los deseos de la gente de Salamanca, de la gente humilde y trabajadora que había pasado cuarenta y tantos días privándose de muchas cosas para estar a bien con Dios y con la sobriedad de la que hacía gala Felipe II.

Sentir y sonreír

Y eso es lo que nos gusta de este manjar que es el hornazo: el delicioso placer de darse un capricho sencillo pero que inunda todos tus sentidos cuando lo pruebas. En cada bocado se nota la tradición. Probad, probad y comprobaréis lo que decimos: cortad un trozo de hornazo, miradlo bien, acercaos a la boca ese suculento manjar, cerrad los ojos y veréis cómo al morder se funden en cada bocado las imágenes de cientos de miles de salmantinos en la ribera del Tormes felices y alegres de poder disfrutar de un día de asueto, amistad y descanso. Os harán sentir y sonreír. 

Lunes de Aguas en Peñaranda de Bracamonte

A nosotros nos recuerda a tardes en el Prado Horno o en el Inestal, a partidos de fútbol, juegos infantiles y sabores tradicionales diferentes, los de los hornazos de los amigos, pero universales, el de esa masa jugosa rellena de lomo, hornazo, huevo… Nos recuerda a eso porque eso es lo que hemos vivido, lo que nos enseñaron y lo que seguimos practicando.

Nuestro menú, nuestro secreto

Puerros rellenos de piñones asados a la mostaza antigua; Ensalada de perdiz escabechada, pato y foie; Lomo de bacalao con cebollas glaseadas y crema de pil pil; Cochinillo (tostón) asado al horno de leña (receta de la Abuela Pepa)… No es hornazo, pero estos platos de nuestra carta siguen teniendo el sabor de la tradición, de nuestro pasado, nuestro presente y nuestro futuro. Ahí radica nuestro secreto, que nunca hemos escondido, que nunca hemos guardado en una caja fuerte. Siempre ha estado ahí, al alcance de todos porque nunca ha habido trampa ni cartón. Todo ha sido natural, como el hornazo.

Reserva

Si quieres descubrirlo, llama y reserva tu mesa para que puedas venir con los tuyos, cerrar los ojos en cada bocado y rememorar imágenes que os harán sentir y sonreír.

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