
La clarea de Las Cabañas: un estimulante sutil hecho con los cinco sentidos
Si hay algo que defina la Semana Santa de Peñaranda de Bracamonte y al Restaurante Las Cabañas es la clarea, que sólo se toma en estas fechas. También la limonada, pero en esta casa todo el mundo le tiene especial cariño a esa maceración de frutas en vino blanco, que para Gerardo, que está al mando de los fogones, es «un estimulante sutil». Bonito, ¿verdad? E interesante.
La clarea tiene su filosofía
Y es que aquí, en este restaurante de tradición, nada se hace porque sí, ya que «en el fondo, el cristianismo persigue una utopía, la gente en estos días se convierte más, es más cristiana que nunca. La gente se vuelve más sensible, como dicen en Peñaranda: más “corrucha”, más afligida. Te tomas una clarea y llegas a un estado especial». La filosofía que hay debajo es lo que, quizás haga que esta bebida, este espirituoso, sea la estrella de la casa durante ocho días. También la receta, pero esa la diremos al final, que luego dejáis de leer y os perdéis cosas interesantes.
«Las cabañas llevan aquí desde el año 61 y siempre se ha hecho clarea, excepto el año 2020 y por las causas que todos conocemos. Seguro que mi abuela en su local de la plaza ya la hacía. Nunca se ha fallado y siempre con la misma receta y el mismo protocolo». A Gerardo le enseñaron sus tías, sobre todo Leandrita, que le decía que lo hiciera «con los cinco sentidos» y es que su tía era «muy delicada y sutil para estas cosas».
Tardes de Domingo de Ramos
Como veis, se hace el jueves por la tarde antes del Domingo de Ramos y ya no se para de tomarla y de degustarla. Bueno, en lo único que no se hace igual es que «mi tía era muy religiosa y rezaba la noche antes y la mañana antes para que el Cristo la iluminara para hacerla bien y para que la clarea quedara como siempre». Y siempre queda más o menos igual, en función de la frescura de la canela o de la madurez de la fruta, pero siempre deliciosa.
La Semana Santa, la mejor del año
Quizás por eso, la Semana Santa siempre ha sido la mejor semana del año con mucha diferencia en Las Cabañas, «una semana de un trabajo brutal. Es especial. Mucho turismo de interior y a ver a familiares no sólo de Peñaranda, también de la comarca. Esto siempre ha sido un hervidero total. Es más fuerte que la semana de ferias en agosto: de comidas, de barra, de alterne, de ir, de venir…». El día cumbre es el Domingo de Ramos. Y ha habido años en los que ciento veinte litros se han quedado cortos. «Este año no creo que llegue a la mitad, pero eso son circunstancias que nos toca vivir», reflexiona Gerardo.
Clarea y empanadilla de bacalao
¿Y la receta? Un poco de paciencia y ya llegamos, que todavía hay alguna importante. Por ejemplo: ¿con qué marida bien la clarea de Las Cabañas? «Tradicionalmente, la clarea encaja bien con nuestros aperitivos clásicos en la barra: empanadillas o huevos rellenos. Por ejemplo, con las empanadillas de bacalao, que desde que las presenté por primera vez un año en Semana Santa, aunque las servimos todo el año, creo que acompaña fenomenal con ellas y las potencia de maravilla».
Y ahora sí, aquí está la rec… Ah, que se nos olvidaba, esta receta, según Gerardo, viene de la Cofradía del Cristo de la Cama, que cada vez que se junta para celebrar un hecho importante lo hacen con clarea. Por algo será, aunque quizás sea mejor mantener la razón en la nebulosa de los tiempos.
La receta
Lo importante es que disfrutéis de una receta que siempre se hace de la misma forma sencilla y tradicional. No lleva otra cosa que:
- Vino blanco
- Poca agua
- Azúcar (125 gr/litro)
- Naranja
- Limón
- Manzana asada
- Palos de canela
Como veis, es una maceración de las frutas en vino blanco que se filtra varias veces y al final «con un paño para que queda bien clara, como su propio nombre indica». ¿Sólo lleva eso? «He visto otras recetas con algo de ginebra u otros licores, pero yo creo que cuanto más natural mejor, que es lo que yo he hecho siempre», nos indica Gerardo, que ve en esta receta a parte de sus ancestros, los que le enseñaron a amar la cocina.
Quizás, por eso «la clarea me gusta más. Es más selectiva porque no la hay en todos los sitios. En Peñaranda cuando era Peñaranda había tres o cuatro sitios en los que había clarea. Es más elitista. Y te gusta más porque porque es un sabor más tradicional. Sólo lo hay en Semana Santa y en pocos sitios».
Y quizás por eso, lo primero que hacen los activistas de esta bebida el Domingo de Ramos a las diez y un minuto, justo cuando empiezan a trabajar en la cocina de Las Cabañas es catar la clarea para saber cómo ha quedado. Y siempre queda bien.
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