
Peñaranda de Bracamonte: una ciudad cultural, social y artística con mayúsculas
Estamos recibiendo este verano muchos amigos de la buena cocina, la tradición y la conversación de muchas partes de España. Todos hablan de nuestra gastronomía, pero también todos nos preguntan lo mismo: «¿Qué se puede ver en una ciudad como Peñaranda de Bracamonte?» Lo primero de lo que se sorprenden es de que Peñaranda sea una ciudad. Y sí, lo es desde 1908, que es cuando Alfonso XII le concede el título.
Y lo segundo de lo que se sorprenden es de todas las cosas que hay que visitar y disfrutar en una localidad que nació allá en los siglos X, XI y XII con las repoblaciones de los reyes leoneses Ramiro II y Alfonso VI de la zona poblada por hispano-visigodos conocida como Penna (del latín barbarizado). Ya veis, no sólo de la comida vive el hombre.
Por eso, os dejamos aquí nuestras recomendaciones de qué ver en PEÑARANDA DE BRACAMONTE. Sí, lo ponemos en letras mayúsculas porque a nuestra ciudad hay que nombrarla así. Sencillamente, se lo merece porque tiene un sustrato social, cultural, artístico y económico que trasciende más allá de los siglos, las ideas, los grandes personajes y mecenas que la han poblado y visitado y el hecho de que sea Conjunto Histórico-Artístico desde el año 1973. Por eso, hablamos de una ciudad cultural, social y artística con mayúsculas.
La primera recomendación es que si queréis visitar en las mejores condiciones los siguientes enclaves, lo mejor que podéis hacer es pasar por la oficina de turismo, situada en el Centro de Desarrollo Sociocultural (Plaza de España, 14), llamar al 605 942 142 o enviar un correo a turismobracamonte@gmail.com.
Convento de las Madres Carmelitas
BIC desde 1977, está habitado todavía por algunas monjas de clausura y fue creado por don Gaspar de Bracamonte, que fue Virrey de Nápoles y una de las principales figuras políticas de la época, además de uno de los dos grandes mecenas que ha habido en Peñaranda. De hecho, él está enterrado en uno de los pasillos de la parte que no se puede visitar para que su lápida fuera pisada por las hermanas que allí habitan. Contiene este convento y su iglesia una colección de arte barroco napolitano de gran calidad con obras de Luca Giordano o Andrea Vaccaro. Incluso puedes ver cartas originales de Santa Teresa.

Plazas porticadas
Las plazas de Agustín Martínez Soler, de la Constitución y la de España son el mejor ejemplo que tiene Peñaranda de Bracamonte de plaza castellana y contiene algunos edificios que explican muy bien lo que significa este estilo. Están porticadas y son el espacio ideal para pasear y relajarse disfrutando de Peñaranda y sus gentes. En ellas están el Centro de Desarrollo Sociocultural, el Ayuntamiento o la parroquia de San Miguel. Es muy interesante mirar los canalones de los edificios, que representan dragones, monstruos o demonios, una tradición que poco a poco se va perdiendo y que se ve muy poco en otras localidades salmantinas.

Iglesia de San Miguel
La parroquia de nuestra ciudad es del siglo XV y está situada en la Plaza de Agustín Martínez Soler. Quizás lo más interesante sea su lucha contra el fuego. Quizás una metáfora de lo que ha pasado Peñaranda a lo largo de su historia de lucha contra las adversidades. Ha sufrido tres incendios, el último en junio de 1971, que la destrozó casi por completo y sólo dejó en pie la capilla barroca de san Antonio, donde se encuentra la talla más admirada y venerada por los peñarandinos: el Cristo de la Cama. Por cierto, que ese incendio destruyó el incomparable retablo barroco del XVII que, afortunadamente, el CITA reconstruyó digitalmente hace unos años.

Teatro Calderón
Este edificio modernista acoge un teatro a la italiana pequeño y precioso. Fue levantado en 1875 y su construcción se debe a la iniciativa popular, lo cual te indica el gusto por la cultura que siempre hemos tenido en esta localidad. En él, se pueden admirar medallones de algunos dramaturgos como Calderón de la Barca o Lope de Vega. Desde la Guerra Civil estuvo en desuso, aunque también fue casino, hasta que en 1991 fue reinaugurado y ha acogido representaciones de las mejores figuras de la escena de nuestro país. Actualmente, además de la programación teatral y musical de la ciudad, también acoge los estrenos de las películas más taquilleras. Un lujo para todos.

Plaza de toros de La Florida
Actualmente gestionada por el Ayuntamiento, fue construida en 1907 por iniciativa popular y por ella han pasado figuras como Chicuelo, Bienvenida, el Viti, Julio Robles o el Niño de la Capea. Este edificio es un claro ejemplo de los deseos de nuestros conciudadanos con la dinamización de su localidad y, por supuesto, de su gusto por la fiesta y la convivencia social. Es una de las pocas plazas de toros que hay en España en la que el espectador baja a los tendidos y no sube. El secreto es sencillo: el albero está por debajo del nivel de los accesos a la plaza.

Ermita del humilladero
Aunque tiene poco interés artístico (data del siglo XVI pero tuvo que ser reconstruida después de la explosión del polvorín durante la Guerra Civil), es un pequeño enclave para entender la devoción de los peñarandinos por el Cristo que da nombre a este pequeño enclave, que se puede admirar en el centro, en el interior de un arco. Está situada en la calle Chamberí, enfrente del Convento de las Carmelitas.

Ermita de San Luis
De estilo barroco del siglo XVII, esta ermita se situaba hace siglos fuera de los límites de la ciudad, pero ahora ya está en el casco urbano y da nombre a uno de nuestros «barrios». Su interés artístico es mínimo, pero su valor histórico reside en que de ella salió la comitiva que en 1669 consagró la iglesia de las Madres Carmelitas.

Plaza Nueva
Construida sobre la antigua Charca de la Poza, destruida por la explosión del polvorín. Contiene una escultura de Félix Orgaz Botejara dedicada al agua. Está totalmente porticada y algunos la llamamos la «Plaza blanca» ya que este es el color que ha lucido durante toda su historia.

Centro de Desarrollo Sociocultural, CDS
Está situado en la Plaza de España, en el edificio que fue en varias épocas cárcel, escuela o ayuntamiento y ha dado fama a nuestra localidad desde que se inauguró en 1989 por la Fundación Germán Sánchez Ruipérez, el otro mecenas al que tanto debe Peñaranda. Contiene un teatro, sala de exposiciones, aulas y la biblioteca municipal, que tanta fama le ha dado a nuestra ciudad. No en vano, Peñaranda tuvo durante muchos años los mayores índices de lectura de España y Europa.

Centro Internacional de Tecnologías Avanzadas, CITA
Creado también por la Fundación Germán Sánchez Ruipérez e inaugurado en 2006. Sólo por ver el edificio, diseñado por el portugués Álvaro Siza, ya merece la pena. La construcción establece un diálogo pasado-presente-futuro con el convento de las Madres Carmelitas de quien es vecino. Anteriormente fue hospital y una serrería.

«El jueves»
Quizás sea una de las tradiciones más antiguas que conservamos en Peñaranda de Bracamonte, ya que se celebra desde hace más de siete siglos. Fue el Rey Juan I de Castilla quien concedió en 1375 el privilegio de celebrar cada jueves un mercado. Y desde esa época, comerciantes y habitantes de toda la comarca se reúnen en lo que hoy conocemos como «El Jueves».
Para que luego digan que en Peñaranda no hay cosas que ver. Y eso que no hablamos de Los Jardines, de La Huerta, del Inestal o de otras muchas cosas que ya saldrán en nuestro blog. Al fin y al cabo, para esto está: para hablar de esto y de aquello.

Llámanos
Así es ya sabes, vente a PEÑARANDA DE BRACAMONTE, visita todos estos enclaves pasea sus calles, habla con sus gentes y luego vente a comer. Eso sí, reserva mesa, que luego te quedas sin ella. Queremos recibirte y hablar contigo sobre nuestra MAYÚSCULA ciudad.